Los pies son considerados en medicina oriental como un segundo corazón. Su mantenimiento y salud repercuten sobre todos los órganos y funciones del cuerpo
Tanto en Oriente como en Occidente la primavera es propicia para una cura de eliminación de las toxinas acumuladas durante el invierno. Para hacerlo, los japoneses pusieron a punto un método original: parches drenantes que se aplican sobre la planta de los pies. Para el organismo, la gran limpieza de primavera pasa por una cura de drenaje que permite eliminar las toxinas y las sobrecargas acumuladas durante el invierno. Una fórmula simple, que se lleva usando desde hace años en Japón y que hace poco tiempo llegó a Europa, consiste en la aplicación nocturna de parches bajo los pies. Estos parches han sido elaborados por dos investigadores japoneses que, durante veinte años, han estudiado cómo
los árboles lograban extraer eficazmente las sustancias nutritivas de su medio ambiente para asegurarse el crecimiento y longevidad.
Después de numerosas búsquedas y comprobaciones, descubrieron que el secreto de la longevidad de ciertos árboles provenía del ácido piroleñoso conocido más comúnmente como «vinagre de madera», extraído de la resina de árboles como el roble. Dedujeron que si este “vinagre” podía filtrar las buenas sustancias para el árbol y distribuirlas por sus ramificaciones menores, evacuando o dejando a un lado las sustancias tóxicas, debía poder actuar de la misma manera en el hombre.
Blanco por la tarde, negro al despertar
Desde los primeros ensayos en aplicación externa sobre las personas, el doctor Itsuko Kawase se percató de que el vinagre de árbol podía actuar como una esponja, aspirando las impurezas del cuerpo y acelerando el proceso de desintoxicación del organismo. A medida que se experimentaba, la fórmula ha sido enriquecida por “vinagres” de varias esencias de árboles como el sakura (cerezo salvaje de Japón), haya y otros componentes que refuerzan el efecto drenante. Encontramos posteriormente el chitosan (un extracto de concha de cangrejo de mar), turmalina (una piedra semipreciosa de Brasil), polvo de perla, sílice puro y ácido glicol (un ácido vegetal).
Podemos verificar muy fácilmente el trabajo de desintoxicación de los parches. Son blancos y se aplican por la noche al dormir en la planta de los pies. Por la mañana al despertar, después de al menos ocho horas de colocados, los parches son de color negro por las impurezas y toxinas que han drenado. Al utilizarlos producen variaciones, desde el color pardo al verde oscuro en la medida que se aplique. Según las necesidades de cada uno, el tiempo de la cura puede durar de tres semanas a tres meses. Mientras el parche esté a la sombra, las toxinas son eliminadas.
Sobre los puntos de acupuntura
En cuanto a los puntos de acupuntura, la zona de aplicación no ha sido escogida al azar. Los pies concentran sesenta de los trescientos sesenta puntos de reflexología del cuerpo. Son los puntos que se estimulan en acupuntura, o sea haciendo presión con los dedos (acupresura) o con las agujas. Los pies son considerados en medicina oriental como un segundo corazón. Su mantenimiento y salud repercuten sobre todos los órganos y funciones del cuerpo. Colocando el parche bajo la planta de los pies y estimulando así los puntos de reflexología se efectúa un drenaje y una estimulación del conjunto del cuerpo. Según los usuarios, después de una cura de parches, nos sentimos como después de un ayuno. El cuerpo se siente revitalizado, mejorada la circulación sanguínea y el sueño se estabiliza.
Se puede aplicar el parche, que estará completamente activo sobre otras partes del cuerpo como un lugar inflamado o doloroso, por ejemplo, los hombros, el cuello, la espalda o bajo las rodillas, las muñecas, los codos o los tobillos. Si se aplica sobre una parte grasa o en movimiento, se puede, para mantener el parche en contacto con la piel, sostenerlo con un parche medico adhesivo.
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