Cuando los
pacientes entienden de qué manera el sabor de los alimentos influye en su
organismo, aprenden a escuchar su cuerpo y no les es tan difícil cambiar de
hábitos.
Bajo el
punto de vista de la Medicina Tradicional China (MTC), y basándome en su diagnóstico,
vamos a observar la importancia que tiene el sabor de los alimentos que se
ingieren habitualmente.
La mayoría
de pacientes con sobrepeso u otros problemas de salud que acuden a la consulta,
llevan una alimentación desordenada en varios aspectos:
Horario de
la ingesta: algunas personas tienen horarios rotativos a nivel laboral que no
les permite llevar una regularidad en las comidas.
Cantidad:
exceso o insuficiencia de la ingesta de alimentos.
Calidad:
frecuente consumo de alimentos procesados, precocinados, híper calóricos,
cocinados en microondas.
Monodieta:
preferencia abusiva por un determinado sabor y falta de variedad de productos
alimenticios.
Según la MTC,
una buena alimentación debería incluir los 5 sabores que propone la teoría de
los Cinco Elementos, de una manera equilibrada, sin excederse ni olvidarse de
alguno de ellos.
MADERA
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FUEGO
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TIERRA
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METAL
|
AGUA
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Órgano/
Entraña
|
Hígado/
Vesícula
Biliar
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Corazón/
IntestinoDelgado
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Bazo/
Estómago
|
Pulmón/
Intestino
Grueso
|
Riñón/
Vejiga
|
Sabor
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Ácido/agrio
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Amargo
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Dulce
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Picante
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Salado
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Tejidos
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Tendones
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Vasos
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Músculos
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Piel
|
Huesos
|
Órganos
de los sentidos
|
Ojos
|
Lengua
|
Boca
|
Nariz
|
Oídos
|
Abusar o no
tomar nunca alguno de estos alimentos puede ser causa de problemas en la salud,
alterando el funcionamiento del órgano al cual pertenece.
Lo que
expone la MTC, es adquirir salud mediante una higiene alimentaria ya que la
salud se traduce en un equilibrio orgánico que se refleja en el cuerpo sin
acúmulos de grasas y un índice de masa corporal equilibrado.
Por
ejemplo, si tenemos a una paciente con un síndrome de estancamiento de Qi de
Hígado con sobrepeso, los síntomas característicos serán la depresión,
suspiros, dolor distensivo y migratorio en el pecho e hipocondrios o bajo el
abdomen, menstruación alterada, pulso de cuerda, etc. Si este Qi de Hígado
estancado durante largo tiempo agrede a Bazo y Estómago, afectando la función
de Transporte y Transformación de dichos órganos, la paciente retendrá líquidos
y puede existir edema, heces sueltas, distensión abdominal (especialmente tras
la ingesta de comida), poco apetito, lasitud del cuerpo y extremidades,
obesidad, lengua pálida con capa blanca, pulso moderado y débil. La mayoría de
estas pacientes vienen con dicho cuadro. Cuando se hace el interrogatorio
respecto al consumo alimenticio, se puede observar la ingesta y costumbres que
tienen y se descubre que consumen un exceso de alimentos ácidos y dulces. Estos
dos sabores asociados generan mucha Humedad, que según la constitución de la
paciente o la naturaleza del alimento, se transforma en Humedad – Calor.
En estos
casos es importante disminuir el consumo de tomate, vinagre, encurtidos, alcaparras,
salsa vinagreta y alimentos de sabor agrio, que son muy ácidos. El consumo en
exceso, tiende a estancar la energía de Hígado y lesionar la energía de Bazo.
Además, no
solo queda la cosa ahí, si se eliminan de la dieta este tipo de alimentos, solamente
se está ayudando al Hígado a dispersarse, también hay que tener en cuenta que a
Bazo y Estómago les afecta el exceso de alimentos dulces. En este caso se
recomienda no comer (o evitar en lo posible) todos los azúcares de absorción
rápida como son los productos de pastelería industrial, azúcar blanco, refrescos
industrializados, bombones, pasteles, barras de chocolate… que actualmente se
consumen en abundancia. Con esto, se atribuye a un sobre esfuerzo para el Bazo.
Estos productos de sabor dulce en exceso y completamente desvitalizados, son
grandes productores de Humedad. El agravante de tal producción de Humedad es
que ésta, estancada, produce Calor y a consecuencia se manifiesta el Síndrome
de Humedad – Calor en el Bazo con sus síntomas correspondientes: lengua roja
con capa amarilla pegajosa, pulso blando y rápido.
Cuando se
le plantea un modo de alimentarse, ya no hablamos de dieta restringida, sino,
de una forma de vida, aprender a escuchar el organismo. Para hacer entender al
paciente de forma clara y comprensible, les pongo varios ejemplos fáciles de
entender.
Por ejemplo: beber un vaso de agua y observar la
calidad de su saliva, explicarle por qué la sienten líquida, fresca, insípida y
ligera. Y después, que observen lo mismo, pero añadiéndole
al agua una cucharadita de azúcar. En este caso la calidad de la saliva cambia
automáticamente, se vuelve densa, pegajosa, dulce y pesada. En ese momento es
cuando entienden qué causa en el interior del organismo tal cantidad de
alimentos dulces.
Para que
entiendan porqué deben dejar de comer alimentos agrios y ácidos, les propongo visualizar la acción del vinagre
sobre los boquerones: ese tipo de pescado, es rosado y un poco sanguinolento,
pero cuando se macera en vinagre, aunque sean pocos minutos de maceración, los
boquerones quedan blancos y duros, esto indica la astringencia del sabor ácido,
y es un buen ejemplo, para entender que dicho sabor en exceso también afecta
endureciendo y dando rigidez a los tendones, tejido nutrido por el Hígado. Para
la buena eliminación de peso necesitamos flexibilidad de tejidos.
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