domingo, 17 de agosto de 2014

Fruta de temporada

El poder refrescante de la fruta.


Aunque la fruta tiene numerosas virtudes (vitaminas, minerales, fibra, fácil digestibilidad, poder saciante y refrescante, pocas calorías…) hay que tener cuidado con ellas, sobre todo en invierno.
La mayor parte de las frutas crecen en los climas cálidos o templados y en las estaciones más cálidas. La Naturaleza nos las ofrece para refrescarnos y ahora no hace calor. Cuando estamos fríos o sentimos frío es mejor no tomarlas.
A algunas personas (con mucho yin o poco yang) no les sienta bien comer fruta cruda y menos fría de la nevera. La cistitis, la disminución de la memoria, gases, malas digestiones, el aumento de síntomas de frío, la falta de resistencia al frío… son algunas de las dolencias que mejoran cuando se suprimen las frutas de la alimentación. Cocerlas o asarlas (manzana o pera) puede ser una solución.
Lo mejor es comer la fruta de la temporada fuera de las comidas, ya que cuando se ingieren con otros alimentos de digestión más lenta, pueden fermentar en los intestinos, sobre todo las que tienen más concentración de azúcar.
Algunas de las frutas de la temporada son:
  • Inverno: manzanas, peras y castañas
  • Otoño: manzanas, granadas, peras y castañas
  • Final del verano: Uvas
  • Verano: Sandía, Peras, melocotones y ciruelas
  • Primavera: Cerezas

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