Ya queda menos
para que llegue la primavera y la dichosa alergia primaveral. Ha llegado el
momento de que actuemos. La Medicina Tradicional China puede evitar que
aparezca la alergia este año.
Estas cansado/a
de los estornudos, picores, tos, rinitis… de los antihistamínicos y sus efectos
secundarios, como somnolencia, aumento de apetito y de peso, sequedad de boca,
visión borrosa, retención urinaria, estreñimiento y molestias
gastrointestinales.
La Medicina
Tradicional China (MTC) busca restaurar el equilibrio energético en el cuerpo,
y trata a la alergia como una causante de la pérdida de ese equilibrio.
Según la MTC,
las alergias se producen como consecuencia de la interacción entre “Zheng
Qi[1]” y “Xie Qi[2]”. El establecimiento y evolución de las patologías es el
reflejo de la lucha entre ellos bajo determinadas condiciones, “cuando Zheng Qi
es fuerte, Xie Qi no podría afectar al organismo” o “cuando Xie Qi consigue
afectar al funcionamiento del organismo, significa que Zheng Qi está débil”. En
el ámbito de las enfermedades alérgicas, “Xie Qi” incluye los factores
climáticos externos como el viento, frío, calor o la humedad, así como los
alérgenos patológicos, en cuanto a la debilidad de “Zheng Qi” se referiría
principalmente a la insuficiencia de los órganos Pulmón, Bazo y Riñón. El
factor viento es el elemento patológico más importante en las enfermedades
alérgicas.
Una vez Xie Qi
ha penetrado en el organismo…
Si el factor viento externo queda estancado
en la piel, bloqueará la sustancia sanguínea y el potencial de defensa del
sistema superficial, dificultará la recepción de Qi y sangre a nivel de la piel
y ésta, al carecer de nutrientes, padecerá
de erupciones y otras alteraciones cutáneas, y que serán cambiantes tanto en la
localización, la gravedad, como en la aparición y desaparición de las mismas,
por las características cambiantes del viento.
Si el factor viento afecta al Pulmón, éste
podría sufrir tos, disnea, taponamiento nasal o estornudos.
El factor patógeno “humedad” se caracteriza
por viscosidad, pesadez, etc., por lo que el estancamiento de este elemento en
el sistema cutáneo puede verse reflejado con la aparición de vesículas,
exudación, picor o ulceración en la piel, y que suele resultar difícil de
eliminar.
Si el calor infeccioso penetra al organismo
en profundidad, afectando a la sustancia sanguínea, altera la circulación
sanguínea incluso haciéndola caótica, podría reflejarse en la hematuria,
púrpura, etc...
El Pulmón
controla el mecanismo del Qi, el sistema cutáneo y el sistema superficial. La
insuficiencia del Qi pulmonar significaría la deficiencia en el potencial de
defensa del sistema superficial y facilitará la penetración de los factores
patógenos, aparecerían síntomas como erupciones cutáneas, disnea, tos y
taponamiento nasal.
El Bazo es la
víscera encargada de la absorción, transformación y distribución de los
líquidos, por lo que la deficiencia funcional de este órgano dificultará el
metabolismo de los líquidos y éstos podrían convertirse en humedad o incluso
Tan, causante principal de asma o disnea, así como la tos.
El Riñón es la
base hereditaria de un ser humano, se puede decir que la insuficiencia renal es
el factor interno causante más importante de las reacciones alérgicas, en este
aspecto se podría decir que sería el equivalente a la llamada
“hipersensibilidad constitucional” por la Medicina Occidental.. Además son
muchas las actuaciones humanas que activan las alergias, como el desarreglo
alimenticio, que incluye el abuso de determinados alimentos como dulces,
salados, grasos o ácidos, se genera Tan y se acumula el calor. Igualmente
cuando se abusa de los mariscos, se genera Tan y humedad y que son
perfectamente los causantes de reacciones alérgicas.
En primavera la
naturaleza cambia de una fase más Yin (frío, oscuridad, la energía de los
vegetales se conserva en las raíces…), a una fase más Yang, más expansiva
(calor, luz, despliegue…). Aumenta el calor y las horas de luz, la naturaleza
se despliega: salen las flores, crecen las hojas, los árboles se expanden…
Nosotros
también somos naturaleza. En primavera, el Yang aumenta en nuestro cuerpo, y la
energía se despliega. "La primavera, la sangre altera". En Medicina
China, la primavera corresponde al elemento madera (Hígado). Y el Hígado tiende
a un exceso de Yang. El aumento de Yang propio de la primavera afecta en
especial al Hígado, porque ambos son madera. Si previamente ya existía un
cierto exceso de Yang, el efecto es mayor, y puede producirse un
"desbordamiento". Este
desbordamiento es el que provoca que el cuerpo se piense que los alérgenos sean
Xie Qi. Y si encima tenemos débil el Zheng Qi, tenemos todos los números para
padecer alergia.
El exceso de
Yang previo puede deberse al estrés, a alteraciones emocionales o una mala
alimentación, mayor proporción de alimentos muy Yang (en general, alimentos de
origen animal, fritos, lácteos café, chocolate, embutidos, o muy cocinados….).
Cuando estamos
nerviosos, irritables o muy estresados, cualquier pequeño contratiempo puede
hacernos perder la paciencia y reaccionar desproporcionadamente. En la alergia
pasa lo mismo, el cuerpo reacciona de forma desmedida ante un estímulo
inofensivo.
A través de
estimular los meridianos y puntos acupunturales, se consigue regular y
desbloquear el Qi de los meridianos, regular las funciones orgánicas y el
equilibrio de Yin Yang, regular “Ying Qi” y “Wei Qi”, aumentar el potencial de
defensa, de esta manera se logra prevenir y curar las enfermedades.
La respuesta de
cada persona al tratamiento en Medicina China puede variar mucho, en función de
la edad y de los años de evolución de la alergia primaveral. Alergias
relativamente recientes pueden llegar a resolverse rápidamente, pero en otras
pueden ser necesarios varios meses.
Fuente:
Clínicas Guang An Men
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