Los seres humanos somos seres conscientes y
emocionales. Las emociones forman parte de nuestra vida, rigen nuestras
acciones, influyen en nuestro estado psíquico y somático, y muchas veces
determinan el éxito o fracaso de las acciones, de un trabajo o incluso de un
proyecto de vida.
La Medicina Tradicional China (MTC), basada
en una visión holística del ser humano, explica que todo ser vivo está
compuesto por una parte física y otra parte emocional o espiritual. Al igual
que las personas tienen su cuerpo físico y también su carácter y temperamento,
cada órgano interno representa una emoción diferente, y en su conjunto se
manifiestan en lo que es la personalidad de cada individuo.
Por ejemplo, el Pulmón es un órgano donde
confluye toda la energía del cuerpo, y su característica emocional es el
carisma. Una persona con el Pulmón lleno de energía es una persona carismática,
desprende energía, tienen los pechos sacados y una voz de habla firme,
contundente y clara. Sin embargo, la emoción patológica del Pulmón es la
tristeza y melancolía. Una persona con problemas de Pulmón , tiende a tener los
pechos escondidos entre los hombros, su voz de habla es floja y sin fondo y
suspira frecuentemente. Precisamente el suspiro es un mecanismo de autodefensa
del Pulmón que nos avisa de que se está encontrando en baja energía, que es
cuando está más propenso a contraer enfermedades.
El Corazón, considerado como el “palacio del
espíritu” en la medicina china, es el primero en percibir todas las emociones,
pero concretamente, la que le caracteriza es la alegría. La alegría armoniza el
Corazón y su antónimo es la exultación, la cual dispersa al espíritu que reside
en él. ¿Cuántas veces habremos visto que el exceso de alegría desemboca en un
infarto de miocardio?
La emoción del Hígado es el enfado. El enfado
no es algo negativo, simplemente es uno de los estados emocionales que todos
experimentamos. Pero su exceso, la furia o la ira, irrita al Corazón, el cual
bombea sangre almacenada en el Hígado hacia arriba, reflejado en un rostro
rojo. Pero si el enfado sigue subiendo, llegaría al cerebro, y podría provocar
una hipertensión o incluso hemorragia cerebral. Para la medicina china, la
mejor manera de resolver el enfado es manifestarlo a través de comunicación
verbal, dándole así una salida a esa “subida de tono”. Tampoco es bueno
reprimir el enfado, si uno aparenta estar tranquilo por fuera pero reprime su
enfado adentro, éste se convierte en rencor, una energía patológica que bloquea
al Hígado. El nombre en chino de la cirrosis se traduce como “congestión
hepática”, y suele ser fruto del cúmulo de años de enfado contenido.
Esa energía bloqueada en el Hígado tiende a
buscar una salida a través del conducto biliar hacia el Bazo-estomago. La furia
no manifestada del Hígado fácilmente provocaría un proceso cólico o una
gastritis aguda. El rencor, el exceso de trabajo intelectual, la preocupación,
el nerviosismo interno y el estrés prolongado son los orígenes más comunes de
los malestares del estómago. En una sociedad actual de constante estrés y de
exigencias, acaso ¿es casualidad que tanta gente sufra alteraciones crónicas
del sistema digestivo?
El Riñón es el órgano que representa la
energía ancestral de la persona, es la energía más profunda y esencial que
poseemos, y en las emociones representa el aguante, la constancia y la
precaución. La energía del Riñón es comparable con el agua, gotas y gotas de
agua cayendo de manera constante son capaces de atravesar una dura roca. El
agua es flexible y moldeable, se adapta a cualquier terreno con el fin de
llegar a su meta, el mar, pero al mismo tiempo es persistente y poderosa, capaz
de crear grandes caudales inimaginables. Pues esta es la actitud que debemos de
tomar ante las circunstancias y dificultades que se nos cruzan en la vida. El
desequilibrio de la energía de Riñón se manifiesta en actitudes de poca
constancia y tolerancia, el miedo, el pánico, las pesadillas y desequilibrios
psicológicos. Estos últimos son expresados gráficamente en la medicina china
como “el agua del Riñón incapaz de controlar el fuego de Corazón, el espíritu
residente se descontrola”.
Después de todo esto, la medicina china nos
confirma que todas las enfermedades tienen un origen emocional. El
desequilibrio de un órgano se manifiesta en una emoción resaltada, y ese desequilibrio
nos hace más propensos a contraer cualquier tipo de enfermedades, o lo que es
lo mismo, energías patógenas o perversas para la MTC.
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