En la Dietética
Energética China, una alimentación acorde a las necesidades del organismo es
fundamental para la buena salud ya que la alimentación es la fuente que nutre
al cuerpo. De los alimentos obtenemos los nutrientes necesarios para que el
organismo reproduzca los procesos vitales. La dietética energética regula la
ingesta de alimentos según las propias necesidades.
La dietética
energética china atribuye a los alimentos ciertas cualidades energéticas que
llegan a influir sobre los estados anímicos y físicos. Por ello, para entender
la dietética energética es necesario conocer las características de los
alimentos.
El Sabor de un
alimento se refiere al gusto particular que nos produce al ingerirlo. Pero
también, según medicina china, implica la reacción que produce en nuestro
cuerpo. Con este enfoque reconocemos cinco sabores básicos: el ácido, el
amargo, el dulce, el picante y el salado. De los cuales los alimentos dulces
son los de mayor peso, pues generan un efecto armonizador. El ácido astringe,
el amargo seca, el picante dispersa y/o calienta y el salado ablanda las
durezas.
Es importante
resaltar el concepto de sabor dulce nutritivo, y diferenciarlo del sabor dulce
tóxico. Los alimentos dulces nutritivos son en su mayoría las verduras, algunas
frutas y los cereales (el maíz, la quinoa, el trigo, la avena, etc.). En cambio
los alimentos preparados o endulzados con azúcar, fructuosa, sacarina o
cualquier otro endulzante, sea natural o químico, están fuera de la
clasificación de sabor dulce nutritivo, ya que su consumo debilita el
organismo.
Los alimentos
también se relacionan con los cinco elementos de la Medicina China: Tierra,
Metal, Agua, Madera y Fuego. Los alimentos con sabor ácido astringente,
contraen la energía vital hacia el interior del individuo, y actúa
principalmente sobre el hígado y la vesícula biliar; el sabor amargo favorece
el drenaje y la evacuación de los deshechos y beneficia al corazón y el
intestino delgado. Los alimentos salados tienen la propiedad de ablandar y
lubrificar, siendo su principal campo de
actuación los riñones y las vías urinarias, y los alimentos dulces ascienden la
energía vital y también tienen propiedades lubrificantes, actuando sobre el
bazo, el páncreas y el estómago.
Por otro lado,
tenemos el concepto de la Naturaleza de los alimentos, que se refiere al efecto
que los alimentos producen en la temperatura corporal. Los alimentos calientes
y templados tonifican, calientan y aumentan la vitalidad; los alimentos neutros
estabilizan, armonizan y centran la energía, y los alimentos fríos ayudan a
refrescar, sedar y además tienen propiedades astringentes e hidratantes.
Para determinar
la cantidad de alimentos dulces, ácidos, amargos, picantes o salados, o la
naturaleza, adecuados para cada persona, la dietética energética china toma en
cuenta las necesidades internas de cada persona, así como las variables
externas.
Necesidades
internas: Son factores determinantes la actividad física, el estado de salud,
el estrés…
Necesidades
externas: las estaciones del año, el clima o la humedad.
Antes de
realizar unas buenas pautas personalizadas según la dietética energética, es
muy importante realizar una buena evaluación previa energética según medicina
china para establecer el principio terapéutico a seguir.
Siguiendo estos
principios y en base a la gran demanda de formación en Dietética Tradicional China,
la Escuela Superior de MTC de Barcelona se ha comprometido a organizar un
programa de seminarios cortos enfocados a los distintos aspectos del gran
abanico que ofrece la dietética china.
Los
seres humanos somos seres conscientes y emocionales. Las emociones forman parte
de nuestra vida, rigen nuestras acciones, influyen en nuestro estado psíquico y
somático, y muchas veces determinan el éxito o fracaso de las acciones, de un
trabajo o incluso de un proyecto de vida.
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